El Blog de Renova

EL CUERPO EN PSICOTERAPIA

by marzo 17, 2020

LAS SENSACIONES Y EL CUERPO

La importancia del cuerpo en el proceso de psicoterapia es cada vez más relevante. En los últimos años, el avance de las neurociencias nos está empezando a confirmar frases de la sabiduría popular tan frecuentes como “se me ha quedado el miedo metido en las entrañas”.

En el día a día, mientras interaccionamos con las situaciones externas, sentimos sensaciones corporales, a veces de una manera más consciente y en otras ocasiones pasan totalmente desapercibidas para nosotros. Ello depende, al menos en parte, de la intensidad de la misma. 

No obstante, tomar conciencia de las sensaciones físicas nos puede dar mucha información acerca de lo que ocurre y de cómo nos podemos estar sintiendo. Esto nos puede dar mayor información sobre cómo podríamos gestionar mejor lo que está sucediendo.

Teniendo en cuenta que las sensaciones constituyen la representación física de las emociones, comenzar a notarlas puede ser un facilitador para tomar conciencia de qué estamos sintiendo y de la emoción o emociones que pueden estar más presentes en cada situación.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que estar constantemente notando las sensaciones físicas y estar excesivamente centrados en ellas no sería ajustado, y nos bloquearía mucho, así como tampoco sería apropiado el estar desconectados de las mismas. Trabajar para encontrar un ajuste adecuado y adquirir conciencia de las sensaciones y emociones para tomar decisiones ante determinadas situaciones y cómo gestionarlas, es parte del trabajo que se lleva a cabo en muchos procesos terapéuticos.

Un ejercicio descrito en el libro “No Soy Yo” de Anabel González Vászquez, propone el detenernos 60 segundos en observar nuestras sensaciones corporales mientras pensamos sobre una situación, y que intentemos percibir los cambios que notamos mientras la tenemos presente. Practicar dicho ejercicio en algún momento del día, en el que tengamos ese espacio con nosotros mismos, sin juzgarnos, puede ser un buen comienzo para ir adquiriendo mayor conciencia de nuestras sensaciones y emociones ante un hecho concreto.

En la mayoría de las ocasiones no suele ser fácil mirar hacia adentro, pero si poco a poco lo vamos haciendo, a través de un proceso adecuado, adquiriremos mayor conciencia de nuestro funcionamiento, de dónde viene, de qué nos sirvió en su momento y qué opciones tenemos en el presente para, en caso necesario, comenzar a gestionar de una forma más saludable y adecuada.

¿Qué hay detrás de las reacciones ante el coronavirus?

by febrero 17, 2020

https://youtu.be/hXu4wl4bwFg

Fran y yo estuvimos reflexionando y llegamos a la conclusión de que sería interesante comentar qué mecanismos psicológicos se encuentran detrás de las reacciones que se están produciendo de alarma, de rechazo e incluso de agresividad verbal hacia las personas del colectivo oriental en relación al coronavirus. En el presente vídeo hablamos de ello, también comentamos como se puede estar sintiendo el colectivo oriental en España con respecto a estas reacciones y ofrecemos unas posibles soluciones para poder regular los mecanismos cerebrales que se ponen en marcha y pueden llegar a explicar en parte estas reacciones. Esperamos que os sea de utilidad, ¡hasta la próxima publicación!

EL ENFADO: ¿PARA QUÉ NOS SIRVE?

by febrero 3, 2020
https://youtu.be/3gRO5kAsH3c

El enfado es una emoción con la que no nos sentimos muy cómodos y muchas personas tratamos de evitar. Sin embargo, esto tiene que ver con la asociación que se ha hecho entre la emoción de enfado y su manifestación, que son dos cosas distintas. El enfado es una emoción que sentimos dentro de nosotros y nos está dando una información importante sobre lo que está ocurriendo en ese momento. La manifestación del enfado es lo que hacemos con esta emoción. ¿Cuáles pueden ser las formas en las que el enfado se manifiesta?

  1. Intentamos no hacer caso a nuestro sentimiento y aguantar hasta que un día no podemos más y estallamos ya sea con gritos, o incluso llegando a insultar o pegar.
  2. No expresamos el enfado pero no paramos de darle vueltas a lo ocurrido y a lo que nos han hecho.
  3. Expresamos nuestro enfado de una manera agresiva, ya sea verbal o incluso física.
  4. Expresamos de manera asertiva lo que nos está haciendo sentir enfado.

¿Cuáles de estas opciones os parece la más viable? ¿De qué depende que yo me relacione con esta emoción de una manera o de otra? Como comentamos en la publicación anterior, viene de nuestros referentes. De cómo hemos visto que se han manifestado su enfado nuestros padres, o figuras importantes de apego, y de cómo también nos hemos sentido al respecto. Por ejemplo, si un niño crece en un ambiente en el que sus padres le gritan constantemente cuando se enfadan con él, ¿qué aprenderá este niño a hacer con su enfado? Puede ocurrir que lleve a cabo la misma actitud, o que el conectar con esa emoción le recuerde lo mal que se sentía e intente bloquear o evitar ese enfado por no reaccionar de la misma manera que lo hacían sus padres.

Sin embargo, la función de esta emoción es bastante importante. ¿Cuál creéis que puede ser su función? ¿Os imagináis a un animal sin la emoción de enfado? ¿Cómo se defiende?

En efecto, el enfado nos informa de que se está cometiendo una injusticia con nosotros, que está ocurriendo algo que me molesta, o que se están sobrepasando unos límites, y es la emoción que nos ayudará a defendernos de estas situaciones si sabemos hacerle caso.

¿Qué podemos hacer para regularlo?

Para empezar, prestarle atención a la sensación del cuerpo, pararnos y pensar qué me puede estar diciendo esta emoción que estoy sintiendo. Una vez que yo tome conciencia, puedo expresar de manera asertiva a mi interlocutor lo que estoy sintiendo, porque si no, no tendremos manera de conseguir que la otra persona se dé cuenta de qué es lo que nos está molestando. Nuestro interlocutor puede estar o no de acuerdo con lo que sentimos, pero nuestro enfado también nos ayudará a tomar decisiones. Si una situación de abuso se repite, nos ayudará a alejarnos de esa situación si sabemos hacerle caso a lo que sentimos.

El enfado es como una señal que si no llegamos a sentir, no nos damos cuenta de qué es lo que está ocurriendo que nos molesta, por tanto, es importante tener presente que las personas con las que nos relacionamos pueden enfadarse con nosotros, y no pasa nada, puesto que sin esa emoción, no se darían cuenta de qué estamos haciendo que a ellos pueda afectarle. Sus reacciones también tienen que ver con cómo aprendieron a relacionarse con esta emoción a través de sus referentes.

Hay ocasiones en las que el enfado se manifiesta como un gran impulso que nos lleva por ejemplo a gritar y no podemos controlar. Esto tiene una explicación más compleja que iremos viendo en futuras publicaciones.

Espero que esta publicación os haya sido de utilidad, ¡nos vemos en la próxima!

¿Cómo me siento?

by enero 27, 2020

EDUCADOS EN HACER EN LUGAR DE EN SENTIR

Hace algo más de un año que, gracias a la incorporación de mi compañero Francisco en el equipo, empecé a descubrir una nueva manera de enfocar tanto lo que ocurría a mis pacientes como lo que me ocurría a mí, y además a muchas personas de mi alrededor. Me di cuenta de que fui educada, como dice el segundo título de esta publicación, en hacer en lugar de en sentir. ¿Qué quiero decir con esto? Creo que nos inculcan la idea de qué tenemos que hacer para dejar de sentirnos de alguna manera (piensa en positivo, resuelve los problemas, se asertivo, céntrate en el presente…), pero no nos planteamos por qué nos sentimos así y de dónde nos viene. Por ejemplo, si un niño comienza a tener un comportamiento inquieto en clase, le cuesta prestar atención, o no hace sus deberes, lo habitual es pensar que o el niño tiene TDAH o es vago por ejemplo, pero no nos planteamos qué está sintiendo el niño para tener este tipo de comportamientos. Porque es posible que tenga problemas en casa, que se sienta solo, que se sienta enfadado por algo que le ha ocurrido en clase… en definitiva, que haya ocurrido algo que le dé un sentido a su comportamiento.

¿Por qué sucede esto?

La manera en la que nos relacionamos con nuestras emociones (positivas y negativas), viene aprendida de manera muy sutil de cómo se han relacionado nuestros padres con nuestras emociones, o de cómo hemos visto que ellos se han relacionado con las suyas propias. Si echamos un vistazo a la historia, poca importancia se ha dado a las emociones desagradables, si no que más bien, a muchos incluso nos han asustado, por lo que al no saber gestionarlas, hemos tenido que buscar otras maneras de lidiar con ellas. ¿Cómo nos imaginamos que nuestros abuelos hacían cuando se sentían tristes, asustados o enfadados por ejemplo? ¿Y nuestros bisabuelos? Es comprensible que nuestros padres tengan también dificultades y aprendieran o bien a no hacer mucho caso de las emociones negativas y desconectarse de ellas, o a hacer otras actividades para distraerse, o a resolver problemas para que la emoción dejara de estar ahí.

¿Cuál es el coste?

Todas las emociones están presentes en nuestro organismo por una razón, cumplen una función importante ya que nos dan información sobre lo que nos está ocurriendo en cualquier circunstancia. ¿Nos hemos planteado alguna vez para qué sirve lo que estamos sintiendo? Probablemente no porque no nos han enseñado a ello. Si no aprendemos a atender lo que sentimos y a entender las necesidades que  necesitan ser cubiertas para que estas emociones se regulen, caminaremos por el mundo como si estuviésemos ciegos, pues, citando a Anabel González, las emociones son como un sentido más, al igual que tenemos la vista, el olfato o el oído por ejemplo. Además, las emociones que no son atendidas, se mantienen enquistadas pudiendo cronificarse.

Por estas razones, dedicaremos varias publicaciones a educar en emociones, a aprender qué siento, qué función está cumpliendo y cómo puedo gestionarlo.

Podemos empezar por atendernos en momentos que estemos realizando una actividad agradable, y hacernos la pregunta: ¿cómo me siento? y de esa manera comenzar a conectar con la emoción, la sensación en el cuerpo que nos produce y ponerle nombre. Empecemos poquito a poco, aprendiendo a conectar con emociones agradables. ¡Prueba y nos cuentas!

Bienvenidos

by noviembre 21, 2019

Bienvenidos al Blog de Renova Psicología. En este espacio, queremos compartir con vosotros los conocimientos que vamos adquiriendo con nuestra experiencia y formación. Esperamos que nuestras publicaciones os gusten y que podáis aprender y concienciaros de tanto como nosotros lo hacemos. Si tenéis alguna sugerencia sobre un tema que os gustaría que tratásemos, estaremos encantados de leerla.

Un abrazo,

El equipo de Renova Psicología